lunes, 2 de marzo de 2009

...Capitulo 1...


Legados de familia

-¡Estoy muerto! Creo que una lección más del profesor Tatsumi y sin duda seré un nuevo caso de homicidio.
-Kiu las cosas que dices-expresa Ryu con una mirada de aceptación ante el comentario.

Ya era tarde cuando los muchachos se disponían a regresar a casa después de una agotadora jornada de clases y preparándose para los duros exámenes del trimestre, no quedaba otra que aceptar las presiones de los profesores. Aun así, aprovecharon para dar un pequeño paseo que los liberara de tantos trabajos pendientes.

-Tengo mucha sed… ¿que tal si vamos a tomar algo?
-Kiu los exámenes son en estos días y más aun si son sorpresa. ¿Cómo piensas prepararte si ni siquiera has abierto ni un libro?
-Por favor te complicas demasiado…además dijeron que lo más probable es que sean orales…y no es por agrandarme pero soy bastante bueno en deducción.
-No me confiaría de que lo hicieran tan fácil…
-El espíritu de un detective no va solo con los libro, sino con su ¡poderosa pasión!
-Sí, pero entre pasiones no vas a llegar a ningún lado… sino sabes lo esencial. Y reprobaras.
-¿¡Si sabes como alegrar a la gente!?…-Fue ese momento que Ryu mira a su compañero y desata una ola de risas que hasta su propio amigo se siente un poco confundido por tal acción impropia. Siguieron su paso hasta el centro de la ciudad porque el otro día Megu le había recomendado a Kiu un sitio ideal que ofrecían deliciosos jugos, y como no estaba en sus planes volver temprano a casa para ponerse a estudiar opto por conocer el lugar.

Los rayos del sol de la tarde tocaban con sutileza el vasto horizonte, pequeñas aves sobrevolaban los cielos encaminado a sus hogares y citándose unos a otros con su peculiar cantar. Cualquier caminante que transitara la senda por el parque se deleitaba con la música más natural y los muchachos, en especial Ryu, se contentaban con ese agradable recibimiento. Más tarde, una vez que pudieron salir por el atajo del parque ya estaban caminando por la peatonal donde Kiu consigue identificar el local.

-Creo, por las indicaciones de Megu que debe de ser este…la verdad que se ve bastante agradable, ¿no es así?
-Claro… ¿He? Espera Kiu, mira el almacén de al lado.
-Parece que paso algo. Hay un móvil policial… ¡Lo mejor será ir allá!
-Vamos-responde con un sutil gesto de cabeza.

-¡NO! Es una injusticia. ¡Soy inocente! Juro que nose como desapareció. ¡Deben creerme, por favor! ¡POR FAVOR!- gritaba un joven mientras forcejeaba con un oficial de policía que lo llevaba detenido.
-¡Eres un maldito infeliz desde un primer momento nunca debí haberte contratado!-gritaba el dueño del almacén que estaba sobre su fachada -delincuente solo eso eres un ¡maldito delincuente! Quiero que me regreses cada centavo de ese dinero.
-Cálmese, cálmese. Todavía no sabemos si el fue el autor del delito. Hasta que no encontremos pruebas el tiene aun sus derechos. Así que le recomiendo que se tranquilice y deje que la policía investigue el lugar -discutía un sujeto joven con cabellera negra, ojos pardos, postura erguida y mirada firme, quien decía decirse el oficial a cargo del caso. Daba unos pasos hacia atrás para observar la zona, sin preverlo una mano toca su hombro derecho.

-Hola ¿Qué tal?... ¿Usted esta a cargo del caso?-pregunta Kiu mientras el sujeto voltea para enfrentar a quien lo llama.
-¿Quién quiere saberlo?
-Pues quisiéramos ayudar a la investigación. Sospecho que ese joven tal vez diga la verdad.
-¿Qué acaso lo conoces?, ¿puedes respaldar su coartada?, ¿viste algo extraño hace unas horas?
Kiu mira atentamente al oficial pero comienza a sonrojarse por lo que iba a decir -En realidad no, pero creo que él realmente dice la verdad.
-¿Qué? No puedo seguirme con corazonadas de chicos mocosos. Ese joven fue el único que estuvo en la escena y tuvo el dinero que luego misteriosamente desapareció en tan solo 25 minutos, suficiente como para tomarlo y haberlos ocultado dejando todo el suceso como un robo.
-¿El joven señaló que fue un robo o que en realidad había desaparecido?-Ryu
-¿Tampoco tienen bolsillos sus bermudas, cosa que si él fue quien lo robo y debía esconderlo o dárselo a alguien seguramente, en el lapso de ese tiempo, seria muy sospechoso, a estas horas del día, ver a alguien corriendo con dinero?-Kiu
-Y aun si hubiera usado una mochila o una bolsa para llevar el dinero, las cámaras de seguridad del Banco de la esquina deberían de tener registrada su salida y entrada en ese mismo lapso de tiempo, dado que su ángulo brinda una visión frontal del mismo local. ¿Acaso la revisaron?-Ryu
-Y seria ridículo pensar en robar el dinero siendo el único en la habitación puesto que se convertiría en el principal sospechoso. Entonces ¿para que defendería con tanto fervor su inocencia si con solo la prueba del video y los testimonios de los vecinos rápidamente lo enjuiciarían?
El oficial queda algo aturdido ante los comentarios. Tranquilizando sus nervios recientes decide observar atentamente a los jóvenes.
-Parece que la DDS los inicia a más temprana edad. Bien chicos, siendo un gran admirador de esa institución dejare que investiguen el lugar.
-¡Gracias Oficial!-Kiu
-Pero deberán de resolverlo dentro de tres horas que es el tiempo máximo que puedo tenerlo detenido en el móvil antes de llevarlo a comisaría… ¿Tienen alguna sospecha?
-¡Creemos que le han puesto una trampa!-los chicos al decir esto se miran frente a frente como la primera vez en que ambos habían acertado, al mismo tiempo, la pista de los zapatos en el caso de Jack el destripados. Una pequeña mueca de sonrisa se dibuja en el rostro de Kiu que empieza a recordar velozmente los buenos recuerdos vividos.
-Bueno, adelante chicos.
-Sí

Una vez que los jóvenes estaban por entrar al almacén el dueño choca, hombro con hombro, con Kiu.
-¡Ten más cuidado que esto no es una feria!- grito el hombre de apariencia obesa, cuyo rostro emanaba furia por sus oscuros ojos. De cabellera y barba blanca, con sudor en la frente y figura desalineada eran motivos para no interponerse con él.
-Perdón -ante el empujón dejo caer de las mangas un pequeño papel cortado en forma de triangulo que cae sobre la zapatilla de su amigo. Este la levanta y pretendiendo avisar al hombre sobre su perdida, Ryu se acerca y le recomienda primero revisarlo. Por un lado del papel no había nada pero por el otro existía una inscripción entre cortada.





-Creo que será mejor conservarla -dijo Ryu mientras Kiu intenta comprender la importancia del papel.

Una vez adentro del almacén pudieron observar que en realidad era una tintorería. La entrada principal de la habitación era bastante simple, solo habían cinco sillas estampadas sobre la gran ventana de vidrio que daba hacia la calle, dos masetas que estaban a los extremos de la habitación cuyas plantas eran artificiales dando un sentido de decoración tosco, el conducto de ventilación estaba algo oxidado y desquebrajado el tapiz de su alrededor transformando el verde manzana en un amarillo ocre. En el techo aun giraban las paletas del ventilador que acompañaban la luz titilante de los tubos de ensayo. Un pequeño televisor colgado en una de las esquinas en altura. Y enfrente del cuarto se encontraba el mostrador de madera de roble que a simple vista era de exquisita antigüedad al igual que la vieja caja registradora, acompañada por algunos marcos de fotografías también de cierta historia. Un poco más adelante, una puerta que comunicaba la lavandería y al extremo izquierdo otra que transitaba hacia la oficina del Sr. Kotaro. Los jóvenes al entrar fotografiaban con sus ojos cada detalle del sitio. Si bien era bastante vacío.

-Bueno chicos de la DDS esto fue lo que ocurrió-abre una pequeña libreta revisando lo anotado- Según lo que nos relato el dueño llamado Kotaro Nanami, el estuvo trabajando como de costumbre todo el mediodía hasta acabar su turno de las tres de la tarde, fue entonces que entro el joven Hiroto a la caja registradora para atender los encargos. Luego, según la declaración de Hiroto el fue al baño a eso de las 6:00 hs. y cuando volvió ve a su jefe contando el dinero de la caja registradora, este se dirige hacia la lavandería, donde solo habían pasado 25 minutos porque, según Kotaro, a esa hora vendrían a buscar un pedido. La tragedia se hace saber cuando Kotaro le hace entrega a su clienta de la prenda y al abrir la caja todo el dinero había desaparecido. Se desespera a tal punto que ambos comienzan a actuar en forma violenta.
-¿Cuánto dinero había en la caja?-Ryu
-Según su declaración 30.000 sumando el cambio.
-¡Vaya, es mucho dinero!-Kiu
Las pisadas del oficial se detenían frente al mostrador estirando su brazo derecho que caía desapaciblemente sobre la mesa-…Si, en realidad parte del gran botín pertenecía a su primo. El mismo había sacado el dinero esa mañana y le suplico al Sr. Kotaro que cuidara de ella por unas horas mientras iba en busca de su hija. Al parecer el dinero estaba en una bolsa de madera…
Ryu empieza a mirar con detenimiento la caja registradora y a susurra-¿Por qué alguien se arriesgaría a dejar tanto dinero en un lugar tan inseguro?
-¿Tienes alguna sospecha? -Kiu
-Creo que no debemos adelantarnos.
-Bien. Revisemos la oficina.

La habitación a la cual habían entrado, sin compañía del oficial quien decide interrogar a los vecinos, era de un caos total. Cajas con archivos, revistas, diarios viejos, facturas y recibos se mezclaban entre la poca visibilidad del suelo de parqué. CD, lapiceras, libros y chucherias eran tesoros entre tantos papeles inservibles. Solo se divisaba un escritorio y su silla envuelta entre una rustica campera color crema. La iluminación del cuarto estaba encargada de un simple foco colgando de su cable original y nuevamente un ducto de ventilación que imponía presencia ante los pobres hongos que florecían.

-No vamos a encontrar nada bueno aquí -Ryu
-Sí… ¡No! Espera. El papel. Capaz que si encontramos la otra parte, tal vez, nos guié en algo.
-Buena idea. ¿Ya lo notaste?
-¿Qué cosa?
-Kiu mira la ventana.
-¿Cuál ventana?
-¡Exacto! Si no hay ventana entonces Hiroto no pudo huir por detrás de la tintorería.
-¿Y la lavandería?...-reflexiona un momento- ¡No!, tampoco si estaba el Sr. Kotaro. Entonces, ¿Cómo desapareció?-entre cuestionamientos y preguntas buscaban con ansias el vendito papel que lograra darles alguna pista del porque tendría algo escondido entre sus mangas. Ya pasaba la hora, y los esfuerzos eran inútiles.

-Creo que deberíamos volver a la escena del crimen-decía Ryu quien se acercaba a la puerta. Kiu hacia lo mismo pero antes de cerrar totalmente la puerta notó algo extraño en la pared.
-¡Claro!
-¿He?
-Mira, acércate Ryu, ves la ventilación.
-¿¡Un buen lugar para esconder algo?!-fue en ese momento que Kiu sube rápidamente a la silla y sin pensarlo intenta arrancar la pequeña parrilla del ducto de ventilación. El asombro de los chicos fue mayor de lo que pensaron. Estirando su brazo consigue tomar los papeles que yacían allí. De un salto logra nivelarse con su compañero y revisar lo descubierto-¡son cuentas de deudas!
-Mira…es este -saca de su bolsillo el triangulo de papel con expectación -¿Vamos a ver?

-Hoy es 14 de noviembre-Ryu
-Piensas, ¿tal vez fue él quien robo el dinero para saldar sus pagos?
-Tengo sospechas. Era demasiado dinero pero aun así no explica como hizo para robarlo si estaba su empleado al mismo tiempo que vieron por última vez el dinero.
-Si, y tengo mi sospechas de que no fue un trabajo a dúo. ¡Ryu!, revisemos la lavandería.
-¡Claro!

Ya finalizaba la segunda hora y los muchachos solo estaban a minutos de poder esclarecer el caso. Cuando visitaron el cuarto de la lavandería nada parecía estar fuera de si. Solo una sorpresa los cautivo. No existía ninguna puerta o mínima ventana, por lo cual algunas pre-deducciones, como por ejemplo que el joven hubiera escapado por una puerta auxiliar escondiéndose de su jefe o que, el mismo Sr. Kotaro tomara el dinero a escondidas en mínimos instantes ya eran descartadas. Desalentados ante la revelación del cuarto se dirigen nuevamente a la habitación principal donde revisaron metro a metro cada rincón, en donde pudiera existir una puerta oculta o un doble fondo camuflado. Confusos deciden hablar sobre la situación mientras permanecen apoyados sobre el mostrador. Pero se acerca el dueño del local con su paso agresivo y mirada irritante.
-¡Otra vez ustedes! Si van a estar acá lo menos que pueden hacer es acostarse como vagos sobre ¡mi mostrador!
-Disculpe-Ryu
-¡Aha! Como si a la juventud le interesara. Pues le voy a decir algo esta madera que ven aquí tiene casi dos siglos de existencia al igual que la vendita caja registradora.
-¡Vaya que tiene un gran tesoro!-dice Kiu admirado.
-¡Así es joven! Ha pasado de generación en generación. Siempre mi familia fue dueña de esta humilde tintorería pero ahora con las nuevas tecnologías o como les dijo yo “nuevos bodrios” la competencia esta muy, muy dura.
-Es una lastima… ¿El negocio tiene poca rentabilidad?
-Pues si, es la realidad. Pretendo venderla y pagar algunas cosas…
-¿”Cosas” cómo cuales?
-¡“Cosas” que no les incumben!, es más ¿que hacen ustedes aquí? ¿Quiénes son?
-Nosotros somos sobrinos del oficial y estamos interesados en casos policiales y nos ha hecho un favor de estar presentes en uno –menciona Ryu con total naturalidad.
-¡Pues esto no es una feria! Y el jovenzuelo que ven allí –señala con su mano derecha el móvil policial que se distinguía desde la ventana- es un maldito criminal que tendrá que devolver cada centavo a mi pobre primo- agacha la cabeza, se tranquiliza y mira de reojo a los muchachos –¡¿Historias de familia?!…nunca voy a olvidar 1949 solo tenia tres años y ya mi abuelo me sentaba en una gran silla y me enseñaba como manejar la caja registradora…decía que era mágica…-interrumpido por su celular, sale como un fantasma de la habitación dejando su nostalgia esfumarse como ensueños.

Solo pasaron unos instantes y Ryu se percata de algo que lo sobresalta hacia la marcha de observar, más atentamente, por el lado interno del mostrador. Kiu presiente la misma idea y entre ambos revisan con seguimiento el mueble de madera sin encontrar pistas.
-¡Nada!…pero y si en realidad…-dice Kiu levantando su vista hacia la caja registradora. Solo tomo unos segundos observarla con detenimiento. Esta era totalmente de metal, cuya pintura ocre y amaronada parecía deshacerse, aun así sus palancas funcionaban perfectamente. Tenia una altura de 30 cm. incluida su base y un ancho de 35 cm., a simple vista la base, por donde se guardaba el dinero, era mucho más ancha que el resto de la maquinaria. Al abrir la caja solo se encontraba un cajón de metal vació y sucio de tierra y polvo.
-¿Que raro?-Ryu
-¿Qué?
-¿Por qué razón el cajón esta sucio siendo un elemento de uso cotidiano?... ¡Exacto! Ya descubrí el misterio del dinero.
-¡Que! En serio…no me digas Ryu…mmm a ver la clave esta en el polvo ¿He? Entonces… ¿Qué?, ¿Qué es esto?- en ese momento se agacha y mira atentamente algo que se asoma por debajo de la mesa- Un trozo de papel. Pero. Si es de madera. ¡Claro! ¡Ya se!- y antes de poder terminar su exclamación mientras se levantaba sobresaltado del suelo, se golpea fuertemente con el borde de la mesa.
-¡¿Kiu estas bien?!
Ante la pregunta el joven termina acostado sobre el suelo riéndose por su torpeza.
-Si estoy bien…ya es hora de desenmascarar este misterio.
-¡Si logras levantarte!- dice Ryu con una sutil sonrisa, mientras su amigo aun reía para ocultar el terrible dolor de cabeza que sufría por el golpe.

A media hora y todos reunidos en la habitación principal, en llamado de los jóvenes, estaban en presencia del dueño de la tintorería, el oficial, el empleado en custodia con dos policías, la testigo principal (cliente), un empleado de seguridad del banco, el recién llegado primo del Sr. Kotaro y dos testigos más de la cuadra.
-¿Qué es esta ridiculez?-gritaba alterado el Sr. Kotaro.
-Han sido llamados porque hemos descubierto el fraude del dinero desaparecido-Ryu
Quienes escucharon esto quedaron sorprendidos he intrigados por lo que dirían. Solo uno de ellos se irritaba cada vez más.
-¿Me estas queriendo decir que un par de mocosos descifraron el misterio?
-Sr. Kotaro nos presentamos, nosotros somos de la DDS.
-¿El instituto de Dan Morihico?-menciona impresionada la testigo principal.
-Así es, nos hemos presentado con el fin de ayudar a resolver el caso.
-¡Son TRES las pistas! La primera es el video de veinticinco minutos de la cámara de seguridad del Banco. La segunda fue el papel que cayo de la manga de Sr. Kotaro. La tercera es la caja registradora -Kiu
-¿Cómo esas cosas pueden estar asociadas? -pregunta intrigado el primo del Sr. Kotaro.
-Pues ya lo verán…Por favor, podría poner el video de seguridad, señor -observan las escenas detenidamente.
-Por favor, presten atención al reloj del video. Muestra desde el minuto en que el señor Hiroto vuelve del baño a eso de las seis pasadas y todo el lapso de tiempo hasta las seis y veinticinco -dice Ryu, mientras los presentes permanecen inmóviles viendo el video.
-¡Ven! Aha, se los dije. Yo nunca salí de la tienda.
-¡Cállate! Eso no prueba nada –Sr. Kotaro.
-¡Tranquilos! todavía no hemos terminado.
-¡Maldito gordo me las vas a pagar!-gritaba y se sacudía para liberarse de la custodia de los policías.
-¡Silencio!-grito el oficial que examinaba la situación.
-El video no solo demuestra que el Sr. Hiroto no solo no salio de la tienda por la puerta principal, sino que al revisar las demás habitaciones jamás salio del edificio–Ryu
-Bien caballero. Lo que tengo aquí…
-¡Disculpa!, nose si eres ciego pero también en esta habitación hay dos damas -menciono indignada la testigo principal. En ese momento, Kiu empieza a sonrojarse de la vergüenza que queda con una sonrisa nerviosa ante el comentario.
-Prosiguiendo, Kiu tiene papeles de deudas del Sr. Kotaro encontradas en el ducto de ventilación que…
-¡Y quien les dio permiso para revisar mis cosas! –grita y se acerca violentamente a los muchachos pero es intervenido por el oficial.
-¡O se tranquiliza o lo llevo a usted también a la comisaría!
-Al parecer el Sr. Kotaro debía de saldar una gran deuda de la inmobiliaria TDK. El papel que cayó de su manga fue la segunda pista que nos permitió ver con claridad el caso –mira a su alrededor y eleva rápidamente su brazo señalando- ¡Pues el autor de la desaparición del dinero no es nada más que el Sr. Kotaro! –todos los presentes voltearon para ver al caballero cuya mirada parecía poseída por el demonio.
-¡Malditos Mentirosos! –es atajado rápidamente por el oficial y un policía, quien se decidía brutalmente a encarar a quienes lo estaban enjuiciando. Las personas al escuchar y ver estas acciones se cuestionaron.
-¡¿No?! –susurra inquieta la testigo principal.
-¿Cómo? –pregunta consternado el primo.
-La clave esta en La Caja Registradora –Kiu se acerca del otro lado del mostrador- El mismo Sr. Kotaro menciono sus orígenes, de generación en generación, no seria una sorpresa si esta misma maquina conservara sus secretos.
-“Decía que era mágica”… ¿no fue lo que usted dijo? –Ryu.
-¡Solo dicen Patrañas!
-¡Sabe que no lo es!...Usted necesitaba desesperadamente el dinero, porque como lo muestra el documento solo le quedaban dos días para pagar la deuda y no viendo como obtener el dinero decide robárselo a su propio primo -Kiu
-¡Mentira!, ¡Mentira!, ¡Malditos Bastardos! –gritaba y forcejeaba con los policías.
-Usted aprovechando el favor que le haría a su primo de cuidar el dinero y no dudo en buscar una solución para tomarlo y culpar a otro, en este caso a su empleado. Mientras el Sr. Hiroto fue al baño aprovecho para contar la totalidad del dinero, tanto el cambio como lo que había en la bolsa, fue ahí que marco una clave de números en la caja registradora y cuando volvió se aseguro de que cerrara usted mismo la caja en presencia de él –Ryu
-¿Una clave? –dice la testigo principal.
-Una clave que permitía, una vez cerrada la caja, bajar, por un pequeño mecanismo simple de engranajes una segunda bandeja. Esta presionaría el dinero que quedaría en la bandeja original dando así un doble fondo. Pero hubo un error, algo que no se dio cuenta…
-¿Qué cosa? –interesado el oficial.
-¡El Polvo!... Fue Ryu quien me alerto del polvo de la caja y claro esta, un elemento de uso cotidiano no debería de estar sucia, pero sí la falsa bandeja que estuvo guardada por años.
-Por lo general, este truco era para proteger el dinero de asaltos de ladrones –Ryu
-Y una vez ocultado el dinero se quedo en la lavandería aguardando la hora en que viniera su clienta y así actuar como la victima del suceso. Más tarde, antes de que entráramos nosotros a la tintorería, se apresuro a ocultar los papeles ya que si la policía debía de hacer un allanamiento también quedaría como uno de los sospechosos del caso. Sin embargo, su reloj de muñeca le juega una mala pasada y sin darse cuenta se engancha y arranca el pedazo de papel que cae por el choque en la entrada.
-¡Bastardos! -susurra por debajo el Sr. Kotaro
-Entonces ¿el dinero? –pregunta uno de los testigos.
-Les mostraremos el brillante truco, ¡Kiu!
Se posa enfrente de la maquina –Para abrirlo debemos ingresar la clave…
-¿Y saben cual es? –oficial
-Una clave que fuera fácil de recordar. Y al ver al Sr. Kotaro como un sujeto nostálgico, es obvio que debía de ser algo del recuerdo. 1949, su año favorito –Su compañero comienza a marca la clave y al abrir nuevamente la bandeja todo el dinero reaparece.
-Pero ¿Por qué hiciste algo así… primo? Sabias que el dinero era para la operación de Amanda.
-¡Infeliz! –Agacha su cabeza y comienza a balbucear- Esa zorra que llamas por esposa me engaño casándose contigo…quede solo… destruyo poco a poco mi corazón. ¡Pero lo peor de todo fue que me estafo!... ¡Sí! esa zorra lo único que hizo fue llenarme de deudas, destruyo la tintorería de la familia y además ¡me despojo del derecho de mi hija insinuando que era tuya!
-¡Imposible!
-¿Por qué crees que quedo embarazada tan rápido?...a pesar de todo seguíamos siendo amantes antes de que llegaras de tus viajes de negocios…ella me abandono solo para estar contigo porque tenias seguridad económica… ¡es una maldita perra! –de repente colapsa en lagrimas y risas, mientras su primo era atajado por los testigos para que evitaran una pelea mayor. Lo que quedo en la habitación fue una escena penosa de un robo que termino revelando una oscura verdad de años.

-¡Gracias muchachos! Cada vez la DDS sigue impresionándome –dice el Oficial que los saluda formalmente.
-Se ve que ahora esta mucho mejor el joven Hiroto –Ryu
-Pero oficial, ¿Qué pasara con el Sr. Kotaro? ¿El derecho de su hija? –Kiu
-No se preocupen, se lo citara a él y la mujer para hacer un estudio de ADN y confirmar la paternidad de la niña. Pero en cuanto a sus deudas y los nuevos problemas domésticos que se han generado…mmm, tomara más tiempo. Bien jóvenes fue un gusto trabajar con ustedes. ¡Saluden al profesor Dan por mi!
-Sí –responden ambos chicos mientras siguen marcha a su hogar.

Las estrellas cantaban su presencia en la iniciada noche. Las luces de la ciudad jugueteaban por los rincones oscuros y sujetos apacibles rondaban desvelados por el cielo nocturno. En las muchas vueltas de las esquinas solo una logro cambiar el tema de una conversación penosa.
-Será posible que no pase un día tranquila sin encontrarme a los de la sección Q –con una sonrisa burlona se acercaba a saludar a los jóvenes. Ella era Yukihira que por las casualidades de la vida había salido de la tienda en el momento en que ellos pasaban por allí. - ¿Qué andan haciendo?...por lo visto no creo que estudiando…
-¡Bah!, pues nosotros venimos de… -interrumpido Kiu.
-¡Pues déjalo ahí!, lo que hagas no es de mi incumbencia…pero, como estoy de buenas hoy les diré…
Se acerca al oído de Ryu y susurra -¡No esta de buenas…corramos! – Ryu asiente con la cabeza siguiendo la ironía de su amigo. Se instala un pequeño silencio cuya mirada seria de la joven lo acompañaba.
-¡Todo un bromista!...pues bien ¿les interesa o no?
-Por favor, continua –responde con respeto Ryu, cuando la joven queda aferrada a sus hermosos ojos celestes; pero desvía la vista rápidamente.
-¡Bien!, los de la sección Q tendrán una sorpresa…
-¡Nos cambiaran a un curso más moderno! –dice con fervor Kiu.
-¡En tus sueños! –encara una sonrisa burlona- Van a tener un nuevo compañero…
-¡Enserio! –Kiu.
-¿Segura? –Ryu.
-Si, lo escuche por Shinno quien hablaba con el profesor Tatsumi… lo único que espero es que se diferencie de ustedes, aunque hoy en día dejan entrar a cualquiera.
-¿Qué Dices? –grita Kiu.
-¡Relájate! Bien me voy… ¡Hasta luego! –la joven sigue su paso dejando escuchar algunas risas socarronas en su camino.

-Vaya, un nuevo integrante al grupo, espero que sea como nosotros –emocionado mira hacia el cielo Kiu.
-Pero… ¿Por qué alguien entraría a mitad de año?
-¡Ni idea!, pero mañana será un día…-en ese momento tropieza con una baldosa sobresalida y cae bruscamente al suelo.
-¡Kiu! ¿Estas bien?
-…horrible, creo que no voy a llegar vivo a casa –ambos chicos se miraron y no duro mucho para que las risas llenaran el silencio del barrio. Allí, bajo el amanto negro que llamamos cielo el destino de la verdadera amistad haría presencia como fuente de luz que limpia el veneno que lo sofoca.

Prólogo

Aquí vamos

Nuevamente es otra extraordinaria mañana para Kiu ante el entusiasmo de despertar con una única idea que invade su mente: convertirse en el mejor detective del mundo, claro esta que no es un sueño ajeno al de sus amigos. Sin embargo, viejas fuerzas se presentaran con cartas malignas que se opondrán a su favor irrumpiendo su vida y la de los demás.

Un tenue ocaso insita a develar la verdad escondida de un espía que ha decidido por propia decisión seguir otro destino más amable y claro, para liberarse de la opresión de las sombras…pero cuanto tiempo más seguirá escondiendo su identidad de aquellos que han depositado su confianza en él.

El joven levanta su rostro con orgullo, acercándose hacia el reflejo del sol del mediodía y disfrutando de su calor, mientras repite mentalmente: ¡aquí vamos!

Secretos, mentiras, engaños, muertes y sucesos inexplicables se unen a esta nueva etapa. Nuevas figuras y dificultades encontradas deslumbran y decoran un panorama distinto del comenzado…los ojos de quienes están dispuestos a enfrentar y dejar todo por sus sueños se abre para poder mirar con convicción la luz de un nuevo amanecer.

-¿Kiu estas despierto o hablas otra vez dormido?-pregunta Ryu mientras acomoda las sabanas de su compañero que han caído de su cama hacia su cabeza, envolviéndolo de tal forma que a la vista de cualquiera lanzarían una sutil risa.
-Sí amigo
-Trata que las sabanas queden de tu lado de la cama. Para la próxima…
-Ryu… ¡Pareces un esquimal!-lanzando unas carcajadas por la situación.

Al final, quien sabe si lo que llamamos destino podrá ser algo autentico del cual no se pueda escapar o solamente, “cuentos chinos”.


¡¡ BiEnvenidOs !!
En este Blog te damos una nueva ampliación de tú serie favorita Detective school Q -Tantei Gakuen Q-que se pondrá a prueba mediante 3 capitulos de los cuales te ofrecemos.

Sin embargo es necesario que votes por el agrado de este nuevo proyecto y de su continuidad de historia.

Esperamos que disfruten y se diviertan de tan maravillosa historia que se ha apoderado de los corazones de muchos desde su inicio.

Historia, fotos, foros, club, imagenes, videos han sido diriguidos con el fin de entretener y dar paso a una nueva linea en este cautivador manga.

Bsos...La Genla Victoriana